La selección mexicana no pudo aprovechar su partido contra Canadá para reconciliarse con su afición, luego de un empate sin goles la noche del martes en el AT&T Stadium de Arlington, Texas. A pesar de jugar frente a 32,623 personas, la mayoría mexicanos, el equipo no logró ofrecer el espectáculo esperado.

Este resultado mantiene las dudas sobre el rendimiento del equipo dirigido por Jaime Lozano, que buscaba una victoria para recuperar la confianza de los seguidores tras varios encuentros con actuaciones irregulares. La falta de contundencia en el ataque y un juego predecible frustraron cualquier intento de gol contra un Canadá que mostró solidez defensiva.

La asistencia al estadio fue notablemente baja en comparación con los nueve partidos previos de México en el AT&T Stadium, donde había registrado un promedio de 73,556 aficionados desde su inauguración en 2009. Este descenso en la asistencia refleja el desencanto de los fanáticos con el actual desempeño del Tri, que sigue buscando consolidar su estilo de juego de cara a futuras competiciones.