La reciente cancelación de la película Blade en el universo cinematográfico de Marvel (MCU) ha generado debate entre fans y críticos, quienes se cuestionan sobre el futuro de las producciones de Marvel. El proyecto, anunciado en 2019 y programado inicialmente para estrenarse en 2023, enfrentó numerosos obstáculos que finalmente llevaron a su cancelación, dejando dudas sobre el rumbo de Marvel y su capacidad para reinventarse.

Uno de los primeros golpes para Blade fue la salida del director Bassim Tariq en 2022. Esta decisión impactó profundamente el proyecto, especialmente por la implicación de Mahershala Ali, quien iba a dar vida al legendario cazador de vampiros. Ali, actor de renombre y dos veces ganador del Óscar, había influido en las decisiones creativas de la película y se involucró en la búsqueda de un nuevo director. No obstante, el cambio en el liderazgo sumó más desafíos a una producción que ya mostraba signos de problemas.

La incertidumbre en el guion fue otro factor determinante. A lo largo del desarrollo, diversos guionistas propusieron ideas contrastantes. Desde una historia ambientada en el pasado hasta una versión moderna inspirada en cintas de acción al estilo John Wick, ninguno de los enfoques logró concretarse debido a diferencias creativas. Marvel Studios se mantuvo firme en preservar su estilo característico, lo que limitó las posibilidades de experimentar con una historia que exigía mayor oscuridad y originalidad.