Este miércoles, un devastador terremoto de magnitud superior a 7 sacudió Taiwán, dejando a su paso una estela de destrucción, con al menos nueve personas fallecidas y más de 900 heridas. El sismo, descrito como el más intenso en 25 años en la isla, ha generado alarma tanto local como internacionalmente, con temores de posibles réplicas y alertas de tsunami en la región.

El epicentro del terremoto se localizó a 18 kilómetros al sur de Hualien, en la costa este de Taiwán, una zona densamente poblada y propensa a este tipo de eventos telúricos debido a su ubicación entre dos placas tectónicas. En el condado de Hualien, el más cercano al epicentro, todas las víctimas mortales fueron registradas, con tres personas aplastadas por rocas mientras realizaban senderismo y una cuarta fallecida en un deslizamiento de tierra.

Los informes preliminares sugieren que el sismo causó daños significativos en la infraestructura y edificaciones de la región. En Hualien, numerosos edificios de varias plantas fueron vistos inclinados peligrosamente, mientras que en Ciudad Nueva Taipéi, un almacén colapsó, atrapando a más de 60 personas bajo los escombros. El caos y la devastación reinaron tras el violento temblor.

Las autoridades taiwanesas, con el apoyo de las fuerzas armadas, han movilizado equipos de rescate y asistencia para enfrentar la emergencia. La presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, ha llamado a la coordinación entre las agencias locales y centrales para abordar la crisis y asegurar que la ayuda llegue a quienes la necesitan con prontitud. En medio de la tragedia, Taiwán ha recibido el ofrecimiento de ayuda por parte de Estados Unidos, así como monitoreo y apoyo de otros países de la región, incluido Japón.

El impacto del terremoto se extendió más allá de las fronteras de Taiwán, generando alertas de tsunami en la región este de Asia. Aunque estas alertas fueron posteriormente levantadas, se detectaron olas de tsunami en algunas zonas costeras. En Japón, se suspendió temporalmente el tráfico aéreo en Okinawa, mientras que en China continental y Hong Kong, se sintieron los efectos del sismo.

Con información de El País