En lo que ha venido a ser una serie de eventos desafortunados que cuestionan la seguridad en las obras de infraestructura vial en Hidalgo, la construcción del tramo carretero Mineral del Monte-Huasca, parte de la carretera federal Pachuca-Huejutla, ha estado marcada por recurrentes accidentes, culminando en un cuarto percance el pasado martes 19 de marzo. Este último incidente, que involucró el desprendimiento de un volado que cayó sobre un automóvil lesionando al conductor, representa el primer caso con afectaciones directas a personas ajenas a los trabajos de construcción.

Este accidente, ocurrido durante las labores de colado de losa, ha impulsado al Centro SICT Hidalgo a tomar medidas drásticas para prevenir futuros incidentes, determinando que dichas acciones constructivas se realicen exclusivamente en horarios nocturnos. Además, se implementarán avisos previos de cierre de circulación, buscando proteger a los usuarios de esta ruta. Esta decisión subraya la necesidad de priorizar la seguridad de los transeúntes y trabajadores por igual, en medio de crecientes preocupaciones por la frecuencia y severidad de los accidentes registrados.

El historial de accidentes en esta obra comenzó el 18 de noviembre de 2023, con un incidente grave en el que un andamio colapsó a una altura de 25 metros en el viaducto Vicente Guerrero, dejando un trágico saldo de cinco fallecidos y tres heridos. Este fue el primer indicio de una tendencia alarmante que ha envuelto al proyecto.

El segundo incidente se registró el 15 de diciembre de 2023, cerca de la localidad Calicanto, en Omitlán, donde un obrero fue fatalmente arrollado por maquinaria pesada, tras aparentemente quedarse dormido en las inmediaciones de la obra. El operador de la maquinaria implicada en el accidente se dio a la fuga, añadiendo un elemento de irresponsabilidad humana a los riesgos inherentes del proyecto.

Casi al finalizar el año, el 30 de diciembre, un tercer accidente se sumó a la serie de infortunios cuando una estructura de varillas colapsó, causando la muerte de tres trabajadores y lesiones a 15 más. Este incidente, ocurrido también cerca de Calicanto, destacó la vulnerabilidad de los trabajadores ante fallos en las medidas de seguridad y la importancia de respuestas rápidas y efectivas en casos de emergencia.

La serie de accidentes ha puesto de manifiesto importantes interrogantes sobre las prácticas de seguridad y supervisión en las obras de gran envergadura. La comunidad local y los familiares de las víctimas exigen respuestas y medidas concretas que garanticen la integridad de todos los involucrados en este tipo de proyectos.

En respuesta a la creciente preocupación pública, las autoridades y la empresa encargada de la construcción se encuentran bajo presión para revisar y fortalecer sus protocolos de seguridad, así como para asegurar que tales tragedias no se repitan en el futuro.