El pasado lunes 25 de marzo, en la comunidad de Camila, Huejutla, se desató un conflicto religioso cuando un pastor y dos miembros de una iglesia evangélica fueron retenidos tras presuntamente burlarse de una procesión de la iglesia católica en honor al inicio de la Semana Santa.

Según relatos de los habitantes locales, el pastor Rogelio Hernández y sus dos acompañantes no cooperaron con la comunidad durante la mencionada procesión. Testigos aseguran que, durante el evento religioso, los tres evangélicos se mofaron de la procesión católica, llegando al extremo de sugerir que llevaban un muñeco de plástico en una caja, lo cual generó malestar entre los feligreses católicos presentes.

La reacción de la comunidad no se hizo esperar. Alarmados por lo sucedido, los creyentes católicos hicieron sonar las campanas de la iglesia para convocar a una reunión urgente, en la cual el delegado local, Gerardo Oropeza, ordenó la retención de los tres individuos evangélicos.

En la actualidad, las autoridades de Camila aguardan la intervención de las instancias gubernamentales competentes, particularmente de la Secretaría de Gobierno en la región de Huejutla, con el fin de buscar una solución al conflicto religioso suscitado. Se plantea la posibilidad de imponer una multa a los infractores o incluso considerar el destierro como medida disciplinaria.

Este incidente ha dejado al descubierto las tensiones religiosas latentes en la comunidad de Camila y ha puesto de manifiesto la necesidad de promover el respeto y la tolerancia entre las distintas confesiones religiosas que conviven en la región. Se espera que las autoridades correspondientes actúen con prudencia y sensibilidad para resolver este conflicto de manera pacífica y equitativa.

Con información de La Silla Rota