La grave crisis hídrica que afecta a la Huasteca hidalguense ha llevado a las autoridades estatales y municipales a solicitar al Gobierno federal la declaración de estado de emergencia para Huejutla y los municipios aledaños. Esta región se enfrenta a una alarmante sequía en los dos ríos que habitualmente abastecen de agua a la población.

En una conferencia de prensa celebrada el sábado, el secretario de Gobierno, Guillermo Olivares Reyna, y el presidente municipal de Huejutla, José Pilar López Espinoza, destacaron la gravedad de la situación. “Nos encontramos en una situación crítica”, afirmó Olivares Reyna, subrayando la urgencia de una respuesta federal para enfrentar la escasez de agua.

Medidas provisionales

Ante la disminución drástica del caudal de los ríos, las autoridades locales han implementado medidas provisionales para mitigar la crisis. Actualmente, el suministro de agua se realiza mediante pipas, una solución temporal que busca atender las necesidades más urgentes de la población. Sin embargo, debido a la limitada capacidad de distribución, se ha dado prioridad a las unidades de salud y las escuelas.

“El abastecimiento por pipas es una medida de emergencia, pero no es sostenible a largo plazo”, indicó el presidente municipal López Espinoza. La falta de agua potable afecta no solo a los hogares, sino también a la economía local, dependiente en gran parte de la agricultura y ganadería, sectores que se ven gravemente afectados por la sequía.

Consecuencias y acciones necesarias

La declaración de emergencia permitiría la movilización de recursos federales para enfrentar la crisis, incluyendo la implementación de proyectos de infraestructura hídrica y programas de apoyo a las comunidades más afectadas. Además, se podría acelerar la distribución de agua potable y brindar asistencia técnica para la gestión eficiente del recurso hídrico.

Con información del Universal