La Oficina de Atención al Migrante informó que entre enero y abril de este año, 525 migrantes que se encontraban de manera irregular en el estado de Hidalgo fueron deportados. Esta cifra revela un aumento significativo en la actividad migratoria y de deportaciones en la entidad.

Históricamente, Hidalgo ha sido un punto de paso para migrantes que buscan llegar a los Estados Unidos, utilizando rutas como el ferrocarril en zonas como Nopala y Atitalaquia. Sin embargo, el estado ha comenzado a ser receptor de migrantes, quienes ahora se pueden encontrar en las calles y en algunos empleos locales. El titular de la Oficina de Atención al Migrante, Manuel Aranda, señaló que se ha detectado la presencia de migrantes de diversas nacionalidades, incluyendo cubanos, venezolanos y haitianos.

Aranda detalló que de los 525 migrantes deportados este año, 387 fueron expulsados entre enero y marzo, y 138 en abril. Comparativamente, durante todo el año 2023, se deportaron a un total de 1046 migrantes. En el primer trimestre de ese año se deportaron 425, en el segundo trimestre 151, en el tercer trimestre 418 y en el último trimestre 52.

Uno de los operativos más recientes y destacados ocurrió en el municipio de Tizayuca, donde se ha detectado el mayor número de migrantes de otras nacionalidades. Este operativo fue realizado en conjunto por la Secretaría de Seguridad Ciudadana, el Instituto Nacional de Migración (INM) y la Guardia Nacional. Durante la operación, se revisaron unidades de transporte público para verificar el estatus migratorio de los pasajeros, resguardando a ciudadanos cubanos, venezolanos y haitianos para salvaguardar su integridad.

Además de Tizayuca, otros municipios con alta presencia migratoria incluyen Mineral de la Reforma, Atitalaquia, Tula y Progreso. Las autoridades locales han intensificado las acciones de control y verificación para gestionar el flujo migratorio en estas áreas.

Con información del Universal