Desde la semana pasada, con el comienzo de la actual temporada de lluvias, la icónica laguna de Metztitlán en el estado de Hidalgo ha comenzado a mostrar señales de recuperación tras una prolongada sequía. A medida que las aguas pluviales y residuales llegaron, la laguna empezó a llenarse, y las imágenes documentan esta transformación.

Inicialmente, la laguna presentaba un pequeño charco de agua negra en el centro, rodeado por vegetación que había crecido debido al prolongado estiaje. La tierra, que había estado seca durante mucho tiempo, comenzó a humedecerse, convirtiéndose en lodo en algunas áreas. Sin embargo, con las lluvias continuas en el estado de Hidalgo, especialmente en los municipios altos cercanos a Metztitlán, como Tulancingo, Cuautepec, Huasca y Metepec, el agua residual fluyó a través de los ríos y finalmente desembocó en la laguna, que había estado seca desde 2023.

En abril del año pasado, la crisis de sequía alcanzó su punto más crítico. La falta de agua provocó la muerte de cientos de peces, que quedaron sin suficiente agua para sobrevivir. Este desastre afectó no solo a la fauna local, sino también a la economía de la zona, que depende de actividades como la pesca y los paseos en lancha.

Las lluvias recientes han traído un respiro a la región, revitalizando la laguna y ofreciendo esperanza para la recuperación del ecosistema local. Las imágenes capturadas muestran el cambio dramático en la laguna, evidenciando la presencia de más agua y un entorno que comienza a revivir.

La llegada del agua no solo mejora las condiciones para la flora y fauna, sino que también brinda la posibilidad de reactivar las actividades económicas que dependen de la laguna. Los habitantes y autoridades locales esperan que la laguna continúe recuperándose y pueda volver a ser un punto de encuentro para la comunidad y un atractivo turístico importante.

Con información de La Silla Rota